Todos los años es una tradición en Basilea festejar el carnaval para despedir el frio invierno y darle la bienvenida a la colorida primavera. Esta celebración tiene lugar en la segunda semana de vacaciones de las “vacaciones de deporte” (especialmente para esquiar), este año fueron desde el 22-24 de febrero.
Antes de irnos a Basilea, les contare de otro pueblito de la misma región: Liestal, el domingo en la noche (es decir, el día antes de que empiece en Basilea) hay una celebración muy peculiar, que es una marcha prácticamente de fuego acompañada también por los disfrazados, sus flautas y tambores.
Es una fiesta muy peculiar y famosa que se inicia el lunes en la madrugada, específicamente a las 4:00 am. Dirán: “¡¿Qué? Y como es eso?!”. Pues ahora les explico: toda la comunidad de Basilea se reúne antes de las 4 de la madrugada en la parte central de Basilea. A las 4:00 am se apagan todas las luces de la ciudad y empieza la música de las flautas traveseras y los grupos disfrazados marchan por la ciudad tocando los tambores, y la única luz es la que reflejan unos placartes con faroles por dentro. La verdad que es increíblemente otro tipo de carnaval. Este acto es el que inaugura el carnaval que durara 72 horas completas, queriendo decir, que si caminas por Basilea a la 3 de la mañana del segundo día (martes) encontraras gente disfraza tocando las flautas y los tambores, ¡en Basilea no se duerme por 3 días!
El lunes en la tarde (oficialmente el primer día en Basilea) me quede en el pueblito donde vivo que también celebra su propio carnaval. A las 2:00 pm empieza la marcha de los disfrazados, sus bandas y vehículos que dan una vuelta de manzana regalando dulces a los más pequeños y llenando de confeti a todos.
El segundo día (martes) en la tarde, esta la exposición de todos los placartes en una parte de la ciudad y es el día en que los niños se disfrazan. Lo especial de los placartes es que, cualquiera puede dibujar lo que quiera, pero normalmente los temas son políticos y de temas actuales.
Algo que no puede faltar es la tradición gastronómica que par esta fecha también hay algo especial, una sopa de de harina, unas galletas gigantes dulces, y algo parecido a lo que nosotros llamamos “chulitos” pero son dulces y duritos.
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